Perdida.

+No encuentro el camino, no se salir de aquí, no entiendo el destino, veo que me perdí.
-Si te perdiste búscate, no hay otra solución, encuentrate entre tus lágrimas, y dile adiós al perdón.

lunes, 16 de mayo de 2016

Muchedad.

Todo va bien, todo va perfectamente hasta que un día te despiertas y te das cuenta de que ya nada es igual, de que estás perdiendo. Estás perdiendo poco a poco a las buenos amigos sin llegar a hacer otros nuevos, esperando que ellos se den cuenta de lo que han perdido y vuelvan para arreglar las cosas, pero aún más importante, te das cuenta de que has perdido tu muchedad. Has dejado de ser la misma chica de antes a la que le daba igual lo que dijeran sobre ella, has dejado de reir en cada momento, has dejado de, nada mas levantarte y mirarte al espejo, sustituir el que pelos tengo por sentirte orgullosa de ti misma por ir hacia delante en los momentos duros y ayudar al resto a cambio de ver una sonrisa. Te empiezas a dar cuenta de que la mayoría de las amistades que has tenido han sido destruisdas por culpa de tus cambios. Eres incapaz de ser tu misma delante de todos por miedo de lo que digan sobre ti, por miedo a que pierdas a otra persona más, y acabas siendo invisible. Y por mucho que pienses que haciendote invisible lo arreglas todo, no es asi, tan solo consigues perder a otra persona más y a un pedacito más de ti. Y entoces es el momento en el que intentas borrar los malos momentos olvidando que los buenos fueron a partir de estos. Y cuando crees que estás destruida, en ese mismo momento, te das cuenta de que sigue habiendo gente que te quiere, que te apoya para lo bueno y para lo malo, que por mucho que te desahogues diciendole todo lo malo que puedes, insultándole, te sigue ayudando a superarlo. Porque siempre va a haber gente a la que le importes con la que nunca pierdas la alegría y las ganas de vivir, con las personas que te da igual lo que piense la gente que te ve por la calle. Con las grades personas con las que te da igual saludar a un chico gritando “TÍO BUENO” porque sabes que nunca van a juzgarte, con las mismas personas que te pones a cantar y a bailar delante de todos, esas personas que nunca te van a dejar de lado. Y con eso te das cuenta de que no te has perdido a ti misma del todo, porque esas personas forman parte de tu día a día y sabes que nuca las vas a olvidar, al igual que nunca vas a olvidar el cómo eres y el cómo fuiste, y por ello sabes que por muchas malas rachas que halla y por muy larga que sea la tormenta va a salir el sol para recordarte el ser feliz, para recordarte que nunca pierdas tu muchedad, que nunca te pierdas a ti.

*Muchedad: Ser uno mismo, ser feliz, tener alma de niño, vivir a tu manera, tu infancia, etc.

jueves, 12 de mayo de 2016

Pérdidas.

Pérdidas. Unas quizás más importantes que otras. Nos pasamos la vida perdiendo cosas, gente, unas nos marcan, otras, no nos damos apenas cuenta de que las hemos perdido. Pero, las que marcan, marcan de verdad, y duelen, joder si duelen.
A lo largo de tu vida pierdes gente imprescindible para ti, para tu día a día, y las pierdes, con el tiempo, sin poder hacer nada o simplemente sin darte cuenta pero, cuando ocurre, cuando te das cuenta de que esa persona ya no está contigo la echas de menos, la echas muchísimo de menos, te jode su pérdida, le das vueltas, no sabes que hacer para que vuelva, tientas a escribirla pero, luego borras el mensaje y le das para atrás, por orgullo quizás, o simplemente porque piensas que, si ya no estais juntas, es por algo, pero el pensar eso llega a dolerte todavía más.
Personas que te marcan cuando llegan y cuando se van, pero que preferirías que no se hubieran ido, que preferirías que se hubieran quedado, acompañandote en el largo trayecto de tu vida, que no hubieran cambiado de tren, y que si lo hubieran hecho que hubiese sido contigo, a tu lado, con tus más y con tus menos, con tus risas y tus lágrimas, con cada cambio, cada tontería, con todo, que preferirías que se quedaran siempre.
Pérdidas, pérdidas innecesarias en el fondo, pérdidas que a nadie le gustan y a nadie les hacen ningún bien, pérdidas dolorosas, pérdidas que nunca olvidas y que en el fondo siempre recordarás, en algún lugar de tus recónditos recuerdos.