Perdida.

+No encuentro el camino, no se salir de aquí, no entiendo el destino, veo que me perdí.
-Si te perdiste búscate, no hay otra solución, encuentrate entre tus lágrimas, y dile adiós al perdón.

miércoles, 23 de marzo de 2016

16 años.

Dieciseis años sufriendo una sociedad que no nos quería tal y como eramos, dieciseis años intentando cambiarla, o quizas intentando cambiarnos a nosotros mismos, intentando ser ese tipo de persona ideal que la sociedad en la que vivimos quiere que seamos.
Dieciseis años viviendo en una sociedad en la que la mujer era tratada como un objeto, como algo material que tan solo servía para la reproducción y la limpieza, como un objeto inutil que nada era capaz de hacer; viviendo en una sociedad en la que estaba mal visto que una mujer practicara cualquier deporte que no fuera el de la limpieza o la costura, en una sociedad en la que por tener una talla 40 ya estabas gorda y no podías comprarte ropa donde la gente "normal", en una sociedad en la que la mujer dependía del hombre por y para todo y si no tenía un hombre a su lado no podía ser feliz.
Dieciseis años conviviendo, más bien siendo dominados, por una iglesia y una religión que ponía las normas y que dejaba muy claro que los derechos de la mujer eran prácticamente nulos, una iglesia y una religión que habían convertido esa misma sociedad en una sociedad homófoba en la que no estaba bien visto la homosexualidad o la bisexualidad.
Y yo me pregunto, ¿dieciséis años sufriendo estos ataques que nos han marcado la vida y seguimos aquí, de brazos cruzados?
No, las cosas poco a poco cambian y en unos pocos años el progreso es claramente elevado pero no completo, existen fechas marcadas como el día de la mujer para reivindicar estos derechos pero "¿Por qué un día de la mujer? Eso es hembrismo, también debería haber uno del hombre" dirán y de hecho hay una gran multitud que piensa así. En cierto modo yo estoy de acuerdo ¿por qué habría de haber un día de la mujer para que la gente se de un poquito de cuenta de el machismo que aun hoy en día existe en la sociedad? ¿por qué hace falta que luchemos para que se nos den unos derechos que al hombre se le dieron por el simple hecho de serlo? Así es, vivimos en una sociedad machista y homófoba marcada por unos estatutos y unas leyes religiosas algo maquilladas que se cree que hemos avanzado tanto que ya no existe machismo y que lo que se piensa es que las calles se llenan de hembrismo o feminismo extremo, pero no es así. En absoluto niego que hayan habido ciertos avances que hayan marcado la historia de la mujer pero, a su vez afirmo que aún existen muchos favoritismos y generalismos machistas y homófobos como, por ejemplo, el masculino para el plural, los salarios mal pagados de las mujeres, los prototipos, el preguntar por el novio a las mujeres y nunca por la novia (o al revés en caso de los hombres), etc.
Pero, ¿por qué debemos luchar por unos derechos que nos deberían ser entregados por el simple hecho de ser quienes somos? La sociedad nos hace mucho daño, y lo que a veces nosotros consideramos algo habitual o algo  normal, no lo es, es machismo o micromachismo (algo poco conocido).
Y por injusto que parezca debemos seguir luchando por eliminar estos "restos" que aun quedan en nosotros porque aun queda mucho por avanzar, por prosperar, por sacar adelante, aun queda mucho por hacer para mejorar esta sociedad pero no, nada es imposible y lo que hoy parece inalcanzable quizás mañana sea la meta mas cercana a la que aspirar asique, que no cese la lucha, porque la sociedad tiene que cambiar, tiene que seguir tirando hacia delante, tiene que evolucionar y cambiar su forma de pensar. Dieciséis años, sí pero dieciséis años de lucha por lo que creemos justo.

Recuerdos y recuerdos.

Y cuando parecía que todo había acabado, que todo era parte de recuerdos escondidos en ti, todos esos recuerdos resurgen y te das cuenta de que realmente no ha acabado, de que le sigues queriendo, de que cuando se suponía que habías pasado página realmente no era así, y ahora esa persona tiene pareja, ¿qué te toca a ti? Olvidar, unicamente olvidar, pero existen ocasiones en que la realización de una acción que a veces ocurre tan involuntariamente es imposible, te ves incapaz, sueñas con ello, los buenos momentos vuelven a ti, y los malos, los malos siempre vuelven, siempre acaban volviendo, pero en este tipo de casos más ocultos que los buenos y quizás ese sea el problema, que lo bueno disfraza lo malo y no te ayuda a olvidar, a pasar página y cuando crees haberlo conseguido siempre vuelve, siempre, todos esos pensamientos, esas dudas vuelven.

sábado, 19 de marzo de 2016

Tan tonta, tan ilusa.

Tan tonta, tan ilusa, asi se sentía ella.
Veía como se dejaba la piel por mantener a la gente a la que quería a su lado sin recibir nada a cambio, veía como el mundo se le caía pedazo a pedazo, veia como la persona que ella quería no sentía lo mismo.
Sentía que todo lo vivido no había servido de nada, que todo había sido una maldita farsa y en parte así era. Evasivas, escusas, cualquier cosa para no verse mientras ella luchaba por ello, se preocupaba, para que luego la otra persona cuando se suponía que estaba enferma se iba de fiesta o salía con sus amigos, no con ella.
De nada la servía ir a dar una sorpresa a alguien o pretender que fuera feliz ya que luego tan solo recibia caras de asco, llantos, desconfianza, escusas evasivas, lo que fuera con tal de no estar con ella y dios, la hacía daño, y tanto que la hacía daño. Estaba rota, muy rota por dentro, los pedacitos que la formaban eran practicamente imposibles de reunir, poco a poco, date tiempo, la decían a veces ¿tiempo? Tiempo le faltaba o le sobraba según se mirase, como tuviera que esperar para que se rehiciera todo su ser por dentro probablemente llegaría el día de su muerte y aún quedarían cosas por reconstruir. Estaba muy rota, llena de complejos y de destrozos que la sociedad y la gente le habían causado y aquello de dar y no recibir la mataba, muchísimo, la agotaba, apenas era capaz de estar tranquila, de verse cómoda con el mundo en general, todo le costaba, quería morirse pero le faltaba valor hasta para eso, no podía resistirse a mirar armas letales con recelo, con ganas de tenerlas dentro pero claro, todo aquello eran sueños, fantasías, en realidad le daba miedo hacer daño a alguien al hacerse daño a si misma aunque sabía que no era así, ¿quien iba a echarla de menos? la respuesta estaba clara, nadie y eso la mataba aun mas por dentro.
"Ojala llegue el día en que tanta pena me mate" llegó a pensar a veces. Pero todos sabían que no era así. "Ojalá" ¿cuántos ojalás habría pronunciado a lo largo de su vida? Muchísimos pero, no, de nada servía hablar o pensar para luego no actuar, de nada y tan solo le quedaba sentarse y esperar a que todo pasara cuanto antes, a sufrir lo menos posible, a que la gente cambiara y, aunque sabía que no era posible, no era capaz de llegar a más asique no le quedaba otra. "Sentarse y esperar, paciencia, poco a poco, algún día llegará" En esas diez miserables palabras se basaba su día día, así seguiría siendolo hasta su muerte, que por fin, sería feliz y estaría contenta, todo habría acabado.