Mirarse al espejo y no reconocerse, no reconocer a esa alegre niña de cinco años que se miraba y se veía guapisima, capaz de conquistar el mundo, de cumplir sus sueños. ¿Qué fue de esa niña? ¿desapareció? No, simplemente creció y se crió en un mundo en el que la gente por tener más cuerpo ya estaba gorda y no encajaba, en una sociedad que por tu fisico te discriminaba y sacaba lo peor de ti, te creaba complejos. Y qué complejos.
Mirarse al espejo y darse asco a uno mismo, verte fea "¡ay me ha salido un grano!" verte gorda "joder, cómo se me marca la tripa" "qué gorda salgo" "mejor me pongo una camiseta ancha no vaya a ser..." no gustarte "soy planisima, no tengo culo/tetas"...
Todo eso, complejos que te llevan a la destrucción de uno mismo, a la desconfianza, al arrastre. Complejos que te arrastran hasta el fondo y hacen que te cueste salir, complejos que te matan poco a poco, que te consumen, que te funden.
Joder, y qué de complejos, y qué complejos, ¿por qué tuvieron que criarnos con la ideología de "no comas mucho y haz deporte que luego engordas"? ¿por qué tuvieron que criarnos con la ética de buscar ser la persona perfecta y buscar también a esa persona perfecta para nosotros?
Todos sabemos que ni los principies azules existen ni nosotras somos princesas delgadas altas y guapas. No,definitivamente no lo somos, pero nos gustaría serlo, joder si nos gustaría serlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario